1.
era el metal
tu cuerpo oscilando lentamente
detrás de un horizonte sin manos ni deseos
aunque desnuda
bellamente desnuda
reconocías toda la luz desde tu cuerpo
2.
supe entonces
pese al sabor amargo en la lengua
y a la sangre que arrastraba mi sonrisa
que eras
entre todas las similitudes
la más semejante a mi mismo
3.
pero las hojitas de afeitar
las lentas hojas de afeitar en la ventana
como cortando pájaros
deshaciéndolos como a una metáfora
por el aguzado bisturí de un analista
y el silencio
un sopor de tarde de verano bajo un árbol sin ramas
4.
¿cómo contarte historias que no conozco?
¿cómo decirte el roce de mi mano
sobre tu piel suspendida entre dos tiempos?
quisiera
siempre lo quise
saber más idiomas que no precisen de la boca
5.
más allí
extrema belleza
sustentabas el ánimo
y fue ese ánimo mío y por tu aliento
por tu delicada sonrisa de cobalto
quien diluyó los cirios con el fuego
sin importar la altura de las llamas
¿cómo descubrir la naturaleza de la hoguera
si tenemos miedo de quemarnos?
miércoles, 21 de noviembre de 2007
hogueras
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario