lunes, 3 de mayo de 2010

sol

Imagen: World Zavets

1.
El sol es un recurso, también el hambre.
A ellos recurren los débiles, también los poderosos.
Si la sal de tu comida está en mi mano
¿Cómo podrías saciar tu sed de ella?
No podrías. Deberías poner en la mesa
algo más que tu alimento. Quizás tu vida.
El cielo, entonces, se parecería a la boca de un perro,
a dos poderosas quijadas que se cierran.

2.
Tu cuerpo desnudo es la paz y es la guerra. Sos hermosa.
Cada partícula tuya es un poco de mí que se renueva.
Por lo que más deseas, sé libre. No aceptés cadenas,
ni maestros, ni magos iniciáticos, tu cuerpo es libre.
Vos sos libre. Sos como miga de pan disolviéndose
en la boca de un hombre hambriento. Sos hermosa.
No dejés que nadie te contradiga, la libertad es tuya.
De allí que te ruego
sé libre,
sé perfecta.

3.
El tiempo se enreda como la tela de araña en los dedos.
El tiempo es una tela de araña que te atrapa en un instante.
El tiempo es una forma de decir “aquí estamos”, “aquí somos”.
La verdad es otra historia.
La verdad es verte extendida desnuda sobre un campo de amapolas.
¿Cuál flor es más ensoñadora? ¿Cuál belleza es más narcótica?
No sos lo que ven, sos lo que sos desde pequeña.
Sos mi droga.

4.
El cáliz puede ser rebalsado por la sangre de cien vírgenes,
pero basta una como vos para rebalsarlo por sí sola.
El amor no es una pregunta, es una respuesta.
Y yo te amo. Respondo así una pregunta que vos
y tu cuerpo
han dejado en el aire por más de mil siglos. Sos la respuesta,
pero no una pregunta. La pregunta era ¿Yo te amo?
La respuesta es tu imagen contra la claridad del sol en una ventana.
La respuesta es el contraluz, es la media sombra.

5.
Cada cual tiende su trampa y cae en ella. Llamame, por ejemplo,
podría ser la trampa mía. Estoy aquí, presente de cuerpo, esperando,
deseando, que me digás contestame, más no lo hacés, porque no te importa.
Por cada uno como yo hay cien mil que esperan. Sos perfecta.
Sos la idea de perfección que mil antes que yo han tenido.
Sos la idea de abrazable, de besable, de deseable,
que tantos y tantos como yo han escrito en páginas como esta.
Devorame. No tengo plan, no tengo estrategia.
Solo soy aquel que siempre has deseado.
Masticame y trágame y dejame ser parte de tu cuerpo.
Esa es la gloria.
Mi gloria.
La gloria que alguien como yo, inhóspito y humano,
desea.

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