1.
te he buscado
en enciclopedias púrpuras
escritas con pergaminos paridos por mil vírgenes
te he buscado en otros idiomas
en idiomas parecidos a ninguno
he enredado mis dedos
en el tejido neuronal de tantos y tantos cerebros
en la luz de gargantas que no hablaban
nadie podría haber predicho
que te encontraría en algo apenas mayor que una caja de zapatos
en otra porción de mundo
en un teclado
y no hablo
no
de poesía
2.
cuarenta cursos de río
la estepa asombrosa
cubierta con fosforescentes ojos de cosacos
llagada con cantos de sirena
y aún así permanente y hermosa
donde cada lirio agazapado
(como si el rencor de dios los desnudara)
repetía en plegaria un hombre mudo
perfilado a hachazos sobre el rostro de otros hombres
en esa región de pesadilla y sueño
de cánticos como pedacitos de miedo
aprendí el nombre de la ternura
ella acaricia mis cabellos
sin guante que protejan sus dedos
del filo azul de mis ideas
3.
luego el café basculante en la mañana auténtica
esa
la del sol
de la gente
del compromiso
las ganas de abrir un vientre en las paredes
para germinar algo más que escorpiones y arañas
el cigarrillo
el azúcar sucediendo inquietud en la paciencia
el color desconsolado de los autos
y el rumor
continuo
intrascendente
la puerta
el ascensor
el descenso
los sueños van desprendiéndose muy despacio
mientras pequeños tentáculos digitan las señales
las habituales señales
en nuestro instinto
aún sabemos ser salvajes
aún tengo pedacitos de vos entre mis dientes
4.
absolutamente inmóvil
tan inmóvil
que la elegante piedra orbita en el retorno y en la huida
un perro de orejas fijas
bate sus fauces sin producir ruido
casi como un signo de pregunta
tejo un descanso en el descanso
descubro el aire libre y cada átomo de él se incorpora
a este absolutamente inmóvil que genero
la piedra se ha quitado la corbata
supongo que así nacen los hombres
5.
luego el último capítulo
la hoja
ya macilenta
se descubre insatisfecha y se suicida
en un pozo de purísimos martirios
un holocausto casual
un motivo más para lo incierto
en esto te amo
como si abriese la jaula resucitando muertos
con dos gotas de un cordial azucarado
mezclado con tres partes de láudano
al mismo tiempo
el despertar y el sueño
¿cómo pudiste dibujarte
usando la luz
y tan exacta?
celebro el sabor de tu noticia
estableciendo un naufragio con hojas de periódico
te he buscado
en enciclopedias púrpuras
escritas con pergaminos paridos por mil vírgenes
te he buscado en otros idiomas
en idiomas parecidos a ninguno
he enredado mis dedos
en el tejido neuronal de tantos y tantos cerebros
en la luz de gargantas que no hablaban
nadie podría haber predicho
que te encontraría en algo apenas mayor que una caja de zapatos
en otra porción de mundo
en un teclado
y no hablo
no
de poesía
2.
cuarenta cursos de río
la estepa asombrosa
cubierta con fosforescentes ojos de cosacos
llagada con cantos de sirena
y aún así permanente y hermosa
donde cada lirio agazapado
(como si el rencor de dios los desnudara)
repetía en plegaria un hombre mudo
perfilado a hachazos sobre el rostro de otros hombres
en esa región de pesadilla y sueño
de cánticos como pedacitos de miedo
aprendí el nombre de la ternura
ella acaricia mis cabellos
sin guante que protejan sus dedos
del filo azul de mis ideas
3.
luego el café basculante en la mañana auténtica
esa
la del sol
de la gente
del compromiso
las ganas de abrir un vientre en las paredes
para germinar algo más que escorpiones y arañas
el cigarrillo
el azúcar sucediendo inquietud en la paciencia
el color desconsolado de los autos
y el rumor
continuo
intrascendente
la puerta
el ascensor
el descenso
los sueños van desprendiéndose muy despacio
mientras pequeños tentáculos digitan las señales
las habituales señales
en nuestro instinto
aún sabemos ser salvajes
aún tengo pedacitos de vos entre mis dientes
4.
absolutamente inmóvil
tan inmóvil
que la elegante piedra orbita en el retorno y en la huida
un perro de orejas fijas
bate sus fauces sin producir ruido
casi como un signo de pregunta
tejo un descanso en el descanso
descubro el aire libre y cada átomo de él se incorpora
a este absolutamente inmóvil que genero
la piedra se ha quitado la corbata
supongo que así nacen los hombres
5.
luego el último capítulo
la hoja
ya macilenta
se descubre insatisfecha y se suicida
en un pozo de purísimos martirios
un holocausto casual
un motivo más para lo incierto
en esto te amo
como si abriese la jaula resucitando muertos
con dos gotas de un cordial azucarado
mezclado con tres partes de láudano
al mismo tiempo
el despertar y el sueño
¿cómo pudiste dibujarte
usando la luz
y tan exacta?
celebro el sabor de tu noticia
estableciendo un naufragio con hojas de periódico
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