Imagen: Barney Cokeliss
1.
kerouac la tuvo fácil
los años 50 eran buenos para escribir poemas
uno podía ser genial o diferente
porque hasta las putas eran geniales o diferentes
uno podía prescindir de las metáforas
porque todo en sí era tan raro
ahora es más difícil
no hay tanto por que luchar
o al menos lo parece
por eso permitimos que nos arrebaten
todo lo conseguido por los auténticos borrachos
los fumadores y escritores de farmacopeas
dejamos que nos roben
por ejemplo
el derecho primordial a ser nosotros
porque ¿qué es en definitiva ser nosotros
si no la suma de todos nuestros vicios?
2.
dan ganas de destripar el mundo light por la cadera
de quitarle los huesos para ver como se afloja
pero terminamos mirándolo sin hacer nada
dejamos reposar nuestras cabezas
sobre el vientre de una mina que llora por nosotros
por nuestras frentes sin espinas
nuestras manos sin cadenas
nuestra sabiduría de código de barra
nuestro andar de carrito de supermarket
repleto de bebidas de 40 degrees
porque nos han diluido hasta el absenta
después de haber heredado coquistas art decó
de haber ahogado la revolución con el muro de una calle
tan parecidas a otras calles
(solo se diferencia porque jamás se empedró con oro
y porque en ella jamás se respetó una libertad
que no haya tenido
por ejemplo
algún development investment en el contrato)
3.
así y todo
aún nos queda recuperar la virtud de todísimas las putas
el último lugar donde podemos refugiarnos
(ellas fueron y son las defensoras a ultranza
de la propiedad colectiva y esas cosas
que hoy no sabemos de que trataban
pero que costaron algunas muertes y torturas)
para intentar escribir por lo menos un poema
uno solo
que suene a patada en las amígdalas
que le duela en los dientes al sistema
(la sociedad post capitalista acepta
que el establishment es cosa del pasado
se declara triunfante
derrumba todos los telones y se suicida
quedando establecido
nuevamente
que algunos triunfos son sospechosos de derrota
o que nos falta el whisky
o una calada o una línea
o siquiera una mujer que nos acaricie el pelo y nos consuele)
4.
recuerdo aún el día
ella fue el pasillo con los zapatos colgando de los dedos
y yo creyendo sus historias
luego la habitación de un motel amarillo como todos
y yo llenándole el vaso
encendiéndole uno tras otros los cigarros
besándole atento los pezones
o levantándome para ir al baño
mientras ella soltaba el humo entre dos frases
y yo rozaba la typewriter con los dedos
para luego rascarme el trasero y recostarme
diciéndole sigue desde allí con la sonrisa
y si bien es cierto que no escribía en aquel tiempo
pensé unos poemas que te cagas
mientras follaba con ella de tal forma
que durante el día el sexo me decía de su sitio
(no era tan bohemio
pero sí bonito
follar y hablar y beber y desnudarse
y el humo saliendo de su boca
y yo rascándome el trasero
sin sentir la más mínima vergüenza)
5.
y sí
kerouac lo tenía más facilito
coetáneo de ginzberg y esos otros
que desbarraban escorpiones del asfalto
esos poemas ponzoñosos que ya no existen
(ahora se cree que la vulgaridad es vanguardista
que decir mierda es ingenioso
que olvidar las mayúsculas y las comas es creativo
y que follar no es hacer el amor entonces malo)
y me pregunto si quedarán escritores como ellos
que no aceptaban les dijeran poesía
sin el falo bien erecto
sin una hipodérmica de heces en los dedos
para describir lo que había y era tanto
y me pregunto
que me queda
si ni siquiera se puede fumar en la oficina
si no te podés echar a dormir la mona sobre el pasto
(que mundo tibio
tan limpio y cálido
¿debemos gritar ¡global warming!
para sentirnos cómodos y avanzados?
porque la verdad es que no me nace
preferiría ocuparme de otras cosas
de ella en la cama
por ejemplo
desnuda y sudando todo el humo
con mi boca detenida entre sus piernas)
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