1.
ahora cuando el cuenco de la tarde
comienza a decir de la ceremonia nocturna
ahora cuando faunos
sátiros
marsopas
comienzan a desvestir los trofeos especulares
para colgarlos a sus espaldas como cítaras
ahora
duermes
y te diré que sin vos presente
todo se me antoja la propaganda de algún circo
se me antoja un salto de ecuyere
entre mastines y caballos
y todo esto ahora
cuando dormida
tu rostro me dice la belleza más calma y más perfecta
desnuda bajo la mirada atenta de las sábanas
desnuda con olor a mi cuerpo y yo tu aroma
yo despierto
escribiendo un poema que no es en verdad
un poema
sino un simple y encubierto manifiesto de la tarde
cuando duermes
cuando estás como ahora
exhausta y bella
2.
enciende el terrón sobre la absenta
deja que el fuego caiga hasta las lágrimas
mientras un torrente fugitivo roe los muros
abriendo huellas y senderos en el mármol
es solo uno de esos días
en los cuales el recuerdo del calor es algo frío
como entrecerrar los ojos y no verte
como pensarte distante y que sea cierto
no te arranques de mí en la mañana
el dolor no se ausenta a tu regreso
3.
deseo la voracidad de las amebas
deseo devorarte con el cuerpo
saborearte
con cada uno de mis átomos
moléculas
cadenas que se enroscan en las tuyas
fusionando risas y temores
el viento
en todo este amable recurso es un testigo
un mensajero de cada uno de los sucesos que me ocupan
cuando te observo
dormir
tan indefensa
refugiada en el leve espeso de las sábanas
mientras te observo e imagino
cada curva/poro/aroma de tu sueño
y deseo devorarte
con mi cuerpo
para que no sufras la memoria de mis dientes
después del paroxismo y del gemido
4.
la niebla del sentido obsesionado
¿qué es el amor sino también la forma
la estructura del abandono
el letargo subsiguiente
la madeja de ocurrir en el gemido
el asociar la caricia con el nombre?
la niebla del sentido y el espíritu
la carne y ese algo que transforma
que muta los instintos heredados
en el más sublime de los hechos
me pregunto
¿estoy soñando?
las luces aparecen puras
calmas
no hieren ni mis ojos ni mi sombra
sin embargo transportan tu eco hasta mis ojos
profetizándome tu tacto
la pequeña agonía placentera
de desvanecerme como el oleaje en tu ribera
la belleza
es el último propósito del hambre
y sin embargo
eres tan bella
5.
la torsión y el limpio aroma de la tarde
tu cuerpo reclinado en un sillón mirándome
con esa ternura que sabes sucederme
y así
sin prisas
los viejos recuerdos estallan como pompas
dejando apenas una huella fresca y sana
ahora vos despierta
y la ceremonia nocturna que retorna
revive
como un oleaje manso e ígneo
devorando mis temores primordiales
vienes
te alejas
regresas para ver que estoy
esperándote
y la sonrisa vibrante y el ahogo
(descubrir que me amas es intenso
una llamarada de emoción en mi garganta)
y mis manos extendidas donde
casual
haces tu nido
ese nido
del que jamás deberías alejarte
sábado, 8 de marzo de 2008
ceremonial
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3 comentarios:
Hola Max..
He ido de un enlace a otro y vine a dar a tu blog...
como siempre.. ha sido un placer leerte..
Disculpa que haya elegido la opciòn de ANONIMO ya que no tengo una cuenta de Google/Blogger
Saludos.. JENN
¿qué es el amor sino también la forma
la estructura del abandono
el letargo subsiguiente
la madeja de ocurrir en el gemido
el asociar la caricia con el nombre?
....sí, sus fronteras son ilimitadas...hasta eso llamaría yo también "amor".
Me ha conmovido enormemente tu último poema.
Cuidate poeta...un abrazo sincero
Un poema excelente, Sergio. Me gusta muchísimo tu manera envolvente de escribir.
Un abrazo
Toni
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