certeza

Imagen: Lena Eleeva

1.
comenzaré diciendo que te amo
(no dejaré para el final esta certeza)
que me gusta observarte cuando
perezosa
te deslizás bajo las sábanas estirándote
con una sonrisa gatuna allí en tu boca

continuaré diciendo que no sé que puedo darte
como no ser
este poema
porque
verás
no me gustaría que te diluyas en el agua
porque me obligarías a beber todas las fuentes
y solo soy
un hombre
(no lo olvides)

¿comprendés cual es
entonces
mi problema?

si te amo es porque te he amado siempre
eso
en mi mente
es certeza

lo que no sé es si acaso te merezco
o si te darás cuenta que
no es así
y me lo digas

2.
se sueña como se vive
sin conciencia en el sueño
sin conciencia en la vida
aunque a veces
por momentos
ensamblamos imágenes pensando que son nuestras
y no lo son
la imagen jamás nos pertenece
la imagen es ajena al ojo que la observa

solo la memoria
imperfecta
puede evocar aproximados nunca idénticos

la imagen
en sí
es luz que cruza el aire/que provoca la retina
que quizás seduzca las sinapsis/provoque angustia

pero la imagen no es nuestra
nos es ajena

lo nuestro es lo que provoca

ternura/amor/sonrisas
rechazo/odio
o lágrimas

luego uno puede
sencillamente
ser dueño de espejos
sabiendo
que verá el mundo de otra forma

o puede
como yo
decir que el sentimiento busca la imagen que coincide
para gozar con ella cada instante

y vos sos esa imagen
¿te das cuenta?

la luz desde vos
era lo que yo buscaba

y es hora de que lo sepas

3.
ahora
en este momento de ternura
cuando te pienso atareada mientras yo
fumo un cigarrillo/tomo un mate
sabiendo que la muerte ya no es mi enemiga
porque lo que deseaba hacer lo estoy haciendo
(esto es
amándote)
sé que quizás pensés en mí y se te escape una sonrisa
(sonrisa y sonrío son palabras que me gustan
porque veo curvarse nuestros labios al pronunciarlas)
y yo aquí escribiendo un poema terco y suave
desesperado por no poder decir las cosas
de una forma
más bella
más amable a tus ojos/tus oídos
porque no quiero que
te diluyas
o me diluyas
con una palabra de adiós en el olvido
que no quiero te des cuenta
que el merecerte se me escapa
que no es cuestión de merecernos
sino de hacernos feliz a todas horas
yo que quizás te esté doliendo


al leer este poema
quiero que sepas que te amo

que mis ojos deseaban tu luz en la retina
para poder luego
evocarte de memoria

quiero que sepas que te amo
sos la imagen que mis ojos procuraban
la imagen que mis dedos tanto ansían
la imagen que mi boca saborea
la imagen que mis oídos agradecen

quiero que sepas que te amo
pero no por tu imagen
solamente
sino porque sé que estás tan viva
que me das la vida a cada instante

y así este poema tosco y suave
como el bullicio de niños en el patio
solo deseaba decirte que

si te amo es porque te he amado siempre
y esa
amor mío
es mi certeza