Imagen: Franca Franchi "Autoretrato"
1.
abres la lente
y mil hojitas de afeitar picadas
hipodérmicas
comienzan a trizarte las historias
(lo que observas sangra
tu entorno es un ideario de imágenes sangrantes
tu albergue es apenas el inicio del retorno)
no me digás tu cintura (la conozco
he sido un ciempiés sobre tu ombligo)
aún te ves hermosa
aún hay huellas de arañazos sobre el vidrio
(el espejo sigue roto... sonrío tan cansado)
pero te ves hermosa y es como si insistieses
como si tu ojo absorbente se retrepara en mi hombro
para contarme buenos días entre fotos
aquí
en el sepia profundo del recuerdo
donde el cuerpo se desenvuelve de la cama
arrastrado por el más absurdo de los cíclopes
2.
al rodar en tanto cauce abandonado
la piedra el polvo los espinos
como dedos hurgan y lastiman
(la señal de la calle es el cansancio
yo estoy cansado
tú estás cansada
ellos están cansándose de tanto que se hastían)
dibujás con líneas extremadamente pulcras
ciertas estrellas que siempre explotan
o dibujás senderos de energía
que no alcanzan a explotar y se derrumban
en una sola lágrima y tan honda
(describo el ahogo de tus ojos
como si el ahogo fuese mío
sin embargo yo
sencillamente
asistí demasiado lejano para verte)
3.
ando y cruzo
avenidas callejas frontispicios
ruedas de nácar y ausentes embajadas
camino y entorno la nostalgia
la espolvoreo como sal en otras sienes
y acuclillándome en el rincón de las hogueras
dejo que la ceniza te alcance y cante
(eres desnuda
un soplo de carne en elegancia
sobre la boca abierta de los peces)
4.
y siempre lo supiste
hasta en el testamento anterior a tu holocausto
como si cantaras sola y sobre el espejo
pequeños dígitos de vino
como si no supieses
sobre cual hojilla de afeitar es donde duermes
dejando que tu espalda se parta
en esos tan comunes y simétricos opuestos
y aún puedo verte
tan hermosa
entornada en el ojo de la imagen
tirando la traílla del recuerdo
sin embargo y como dije
estaba tan lejano para verte
aunque tal vez no lo he dicho
solo murmurado
o lo pensé solo y como siempre
entre dos paréntesis que no encierran
5.
suelo andarte
desde entonces
sobre el ojo común de ese recuerdo
(solo vos recordás
vos estabas sola
yo solo percibí un coletazo
no tan perfecto quizás como querrías
pero alcanzó por unos segundos para verte)
y quizás piense
yo
en tu cintura
en el triángulo oscuro donde he soñado
a veces
esas historias que te contaba descansando
y quizás piense si aún tendrás las huellas de mis dientes
sobre la curva más audaz de tu cadera
y es que eras hermosa
y lo sabías
y es que aún te ves hermosa tras el ojo
sin tus ojos
(lo que me apena
porque tus ojos sabían hablarme
de una forma más sincera que tu cuerpo)
y es que aún de vez en cuando
puedo recordar esos días no vividos
en un cuarto astroso de una calle jamás cierta
pero acaso
¿no es el sueño un opuesto necesario?
¿no hay más de mil formas de contar las mismas cosas
para que siempre y nunca suenen parecidas?
como un juego de cartas
como un naipe que una y otra vez escapa al mazo
como vos desnuda en la vereda
de una calle donde jamás hemos vivido
sonríe
te estás mirando
y quizás
(solo quizás)
puedas quererte
No hay comentarios:
Publicar un comentario