1.
dispararía sobre los vidrios rotos
para quitar de ellos
de todos ellos
esa mueca de risa que suelen dibujar sobre la carne
pero el conflicto del dolor contra el dolor
no suele tener éxito
es solo un remedio escaso
una forma de esconder todos los árboles en fila
y puedo recordar uno solo de tus ojos
también unas gotas de agua
y algo de distancia por algún lado
-no logro precisar si en el mazo de cartas
si en la factura de gas
o en el tañido habitual del microondas-
y recuerdo –además- que me encantaba hablarte
aún sabiendo que ya no estabas
2.
cerré el adiós antes de salir
y crucé la puerta como desvirtuando el pasado
ese pasado compuesto por los recuerdos convenientes
y es que solía hacer collages de nosotros
¿cómo te explico?
solía componernos un poquito cada día
para poder seguir mirándote los ojos
o para continuar recordando tu figura
cuando en verdad te divertías al mostrármela
y sí
sé que me dirás que estoy exponiendo
¿cómo decirlo?
distintos rasgos de una gran pobreza
y es que la cuenta de momentos y risas
fue girando lenta hacia un rojo líquido y candente
sin presentar ninguna excusa
ni enviarnos una carta de preaviso
de forma tal que al incendiarnos
seguimos creyendo que vivíamos
3.
ahora reposás frente a la ventana
tu mano roza de vez en vez tus senos
recordándome
tu vientre apenas si tirita
tus piernas permanecen esperando
mientras tu mirada intenta adivinar si afuera
aún hay fuerza
aún existen estaciones de tren y primaveras
o leves barcos que navegan mares sucios
con rescoldos de peces que agonizan
casi humeantes como el fuego
y de nada serviría despertar al núcleo
de nada serviría contemporizar la diferencia de los átomos
porque ya ni siquiera el recurso infantil
de extender las ramas de la muerte
puede resucitar lo que no ha sido
4.
breve
como la esperanza
que solo es una resignada paciencia
un dolor absorbente en el estómago
un miedo arcaico a la luz que desvanece
en la ventana
en las líneas de la calle
en los rincones
en los cambalaches de amor a plazo fijo
leve
como esta tristeza
como este ausente agobio que noto en mi costado
como si me faltase lo que jamás he conseguido
¿ves?
suelo ser un reincidente
necesito amar y vos lo sabés
porque necesito a la vez sentirme amado
en mi estructura
en mi carne y en mis huesos
ese sentimiento sostiene todo
y no puedo evitar disgregarme ante la emoción del vacío
como si mi espíritu sufriese un vértigo profundo
ante las muestras de afecto que no significan
verdaderamente
demasiado
por eso
tal vez
todo tan breve
tan leve
tan tenue
para poder reincorporarme
abrir los brazos
y sentir que después de todo siempre existo
5.
aún esperas
recordaré tu soledad
seguramente
porque recordar es a veces
mi motivo
pero el recuerdo es también indiferente
como la visión en espejos que no nos pertenecen
donde uno juzga
compara
y reivindica
y más allá de las similitudes
de los juicios
de los espectros
no deja de pensar que es otra imagen
más
en un museo
de caras que cambian levemente
de sonrisas que mueren o despiertan
de llantos que se truecan por silencios
uno a uno
como corresponde por valor o coincidencia
y si ahora te doblas casi un poco
y las sombras devoran tu contorno
acariciando tus senos
tu costado
dándote un sonido de nostalgia
un suave suspiro en cada ojo
deberás comprender que estás hermosa
pero que esa belleza no es eterna
y que luego otra belleza resplandece
reemplazando el vacío en las imágenes
entonces te decía que recuerdo
pero que recordar no es vivir
y viceversa
dispararía sobre los vidrios rotos
para quitar de ellos
de todos ellos
esa mueca de risa que suelen dibujar sobre la carne
pero el conflicto del dolor contra el dolor
no suele tener éxito
es solo un remedio escaso
una forma de esconder todos los árboles en fila
y puedo recordar uno solo de tus ojos
también unas gotas de agua
y algo de distancia por algún lado
-no logro precisar si en el mazo de cartas
si en la factura de gas
o en el tañido habitual del microondas-
y recuerdo –además- que me encantaba hablarte
aún sabiendo que ya no estabas
2.
cerré el adiós antes de salir
y crucé la puerta como desvirtuando el pasado
ese pasado compuesto por los recuerdos convenientes
y es que solía hacer collages de nosotros
¿cómo te explico?
solía componernos un poquito cada día
para poder seguir mirándote los ojos
o para continuar recordando tu figura
cuando en verdad te divertías al mostrármela
y sí
sé que me dirás que estoy exponiendo
¿cómo decirlo?
distintos rasgos de una gran pobreza
y es que la cuenta de momentos y risas
fue girando lenta hacia un rojo líquido y candente
sin presentar ninguna excusa
ni enviarnos una carta de preaviso
de forma tal que al incendiarnos
seguimos creyendo que vivíamos
3.
ahora reposás frente a la ventana
tu mano roza de vez en vez tus senos
recordándome
tu vientre apenas si tirita
tus piernas permanecen esperando
mientras tu mirada intenta adivinar si afuera
aún hay fuerza
aún existen estaciones de tren y primaveras
o leves barcos que navegan mares sucios
con rescoldos de peces que agonizan
casi humeantes como el fuego
y de nada serviría despertar al núcleo
de nada serviría contemporizar la diferencia de los átomos
porque ya ni siquiera el recurso infantil
de extender las ramas de la muerte
puede resucitar lo que no ha sido
4.
breve
como la esperanza
que solo es una resignada paciencia
un dolor absorbente en el estómago
un miedo arcaico a la luz que desvanece
en la ventana
en las líneas de la calle
en los rincones
en los cambalaches de amor a plazo fijo
leve
como esta tristeza
como este ausente agobio que noto en mi costado
como si me faltase lo que jamás he conseguido
¿ves?
suelo ser un reincidente
necesito amar y vos lo sabés
porque necesito a la vez sentirme amado
en mi estructura
en mi carne y en mis huesos
ese sentimiento sostiene todo
y no puedo evitar disgregarme ante la emoción del vacío
como si mi espíritu sufriese un vértigo profundo
ante las muestras de afecto que no significan
verdaderamente
demasiado
por eso
tal vez
todo tan breve
tan leve
tan tenue
para poder reincorporarme
abrir los brazos
y sentir que después de todo siempre existo
5.
aún esperas
recordaré tu soledad
seguramente
porque recordar es a veces
mi motivo
pero el recuerdo es también indiferente
como la visión en espejos que no nos pertenecen
donde uno juzga
compara
y reivindica
y más allá de las similitudes
de los juicios
de los espectros
no deja de pensar que es otra imagen
más
en un museo
de caras que cambian levemente
de sonrisas que mueren o despiertan
de llantos que se truecan por silencios
uno a uno
como corresponde por valor o coincidencia
y si ahora te doblas casi un poco
y las sombras devoran tu contorno
acariciando tus senos
tu costado
dándote un sonido de nostalgia
un suave suspiro en cada ojo
deberás comprender que estás hermosa
pero que esa belleza no es eterna
y que luego otra belleza resplandece
reemplazando el vacío en las imágenes
entonces te decía que recuerdo
pero que recordar no es vivir
y viceversa
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