sábado, 12 de julio de 2008

la frágil fuerza de la ausencia

Imagen: Frank Picini

1.
estoy tan quieto que ni la muerte empieza
(hay tanta alegría detrás de esta tristeza
que podría decir
los pájaros duermen
mientras aún vuelan en tu busca)
detrás de la pared adivino un muro inquieto
olvidado de mí pero aún perteneciéndome

2.
gestos soldados al calor de la fragua
bajo el martillo
de donde alguna vez surgieron ángeles
con afiladas alas de cuchillo
(la sangre crece en el vestido
inunda el espacio agigantándose
llenando a la rosa y a la espina)
tal vez
el hielo
podría romperse con un grito

3.
supongo que el viento es más que el viento
o tal vez
esté cayendo hacia el vacío sin moverme
lo cierto es que estoy y me recuerdo
como si vos estuvieras recordándome

4.
detrás
en la pálida sombra mediadora
un oscuro sol revienta el día

calamares sin tentáculos sorbiendo almas
como botellas carnosas y vampíricas

sonrío y solo tinta entre mis dedos
y el vaso
el cristal oscilando sin romperse
entendiendo y amando el frío líquido

y verano
verano en la calle
en las espaldas
en la piel que crepita como yesca

absurdo
es absurdo
que el dolor del sin dolor se sienta tanto

5.
las piedras
los cuadros blancos
los viejos hospitales de batalla
los grifos disputándose tus restos
con fuertes graznidos de alegría

¿ves?
no todo final es como aparenta
podemos encontrar desde ceguera
hasta el placer insensible del descanso

y sin embargo el holocausto
el humo trepando hasta el cielo pegajoso
cayendo sobre cráneos y mandíbulas

el día parece agotarse sin memoria
y sin embargo
te recuerda

1 comentario:

carmen dijo...

El recuerdo parece estar incrustado detrás del último átomo de cada ser y suele mostrar todos sus encantos cuando menos nos lo esperamos. La inmortalidad es una de sus facetas que menos comprendemos pero que apreciamos a pesar de todo...
Excelente poema poeta...
Un saludo :)