viernes, 27 de abril de 2007

en la labor del día



1.
te he buscado
en enciclopedias púrpuras
escritas con pergaminos paridos por mil vírgenes
te he buscado en otros idiomas
en idiomas parecidos a ninguno
he enredado mis dedos
en el tejido neuronal de tantos y tantos cerebros
en la luz de gargantas que no hablaban

nadie podría haber predicho
que te encontraría en algo apenas mayor que una caja de zapatos
en otra porción de mundo
en un teclado

y no hablo
no
de poesía


2.
cuarenta cursos de río
la estepa asombrosa
cubierta con fosforescentes ojos de cosacos
llagada con cantos de sirena
y aún así permanente y hermosa
donde cada lirio agazapado
(como si el rencor de dios los desnudara)
repetía en plegaria un hombre mudo
perfilado a hachazos sobre el rostro de otros hombres

en esa región de pesadilla y sueño
de cánticos como pedacitos de miedo
aprendí el nombre de la ternura

ella acaricia mis cabellos
sin guante que protejan sus dedos
del filo azul de mis ideas


3.
luego el café basculante en la mañana auténtica
esa
la del sol
de la gente
del compromiso
las ganas de abrir un vientre en las paredes
para germinar algo más que escorpiones y arañas
el cigarrillo
el azúcar sucediendo inquietud en la paciencia
el color desconsolado de los autos
y el rumor
continuo
intrascendente

la puerta
el ascensor
el descenso

los sueños van desprendiéndose muy despacio
mientras pequeños tentáculos digitan las señales
las habituales señales
en nuestro instinto

aún sabemos ser salvajes
aún tengo pedacitos de vos entre mis dientes


4.
absolutamente inmóvil
tan inmóvil
que la elegante piedra orbita en el retorno y en la huida
un perro de orejas fijas
bate sus fauces sin producir ruido
casi como un signo de pregunta

tejo un descanso en el descanso
descubro el aire libre y cada átomo de él se incorpora
a este absolutamente inmóvil que genero

la piedra se ha quitado la corbata
supongo que así nacen los hombres


5.
luego el último capítulo
la hoja
ya macilenta
se descubre insatisfecha y se suicida
en un pozo de purísimos martirios

un holocausto casual
un motivo más para lo incierto

en esto te amo
como si abriese la jaula resucitando muertos
con dos gotas de un cordial azucarado
mezclado con tres partes de láudano

al mismo tiempo
el despertar y el sueño

¿cómo pudiste dibujarte
usando la luz
y tan exacta?

celebro el sabor de tu noticia
estableciendo un naufragio con hojas de periódico

Inconexos


1.
triturar la basura no puede ser tan bueno
mezcla demasiado los sabores y los aromas
para las moscas
y dios me libre de la insatisfacción de las moscas
de los gusanos
del aroma promedio
del sabor estadístico


2.
lo que separa es uno mismo...

he visto
una piel oscura brillante y húmeda
rodeada de blancos papiros anónimos
los papiros
tocaban la piel húmeda y oscura
la elevaban hacia el holocausto
pero no estaban próximos

por el contrario...

vos y yo teníamos entre nosotros
un volumen de agua comparable a toda el agua
más peces que dedos en las manos de los hombres
más abismos
oscuridad
y tormentas
que las que hay en uno solo todo un año

teníamos entre nosotros

pero estábamos tan cerca...

como si la distancia separase
cuando lo que separa es uno mismo.


3.
Desconfío de los gatos
ellos rozan incógnitos que no entiendo
abismos
roídos por dientes que se parten
y una forma de no ser oídos
cuando esperan
detrás
de cada sueño

los gatos se repiten en el empapelado de la pared
en la ventana abierta
hacia ningún aire
en cada esquina brutalmente asesinada
y en aquellas que aún y por ahora sobreviven

los gatos conocen el nombre de todos los fantasmas
y saben la distancia exacta que existe
entre mi corazón y tu boca
y se solazan cuando amamos el silencio
enredándonos
como si supieran que del espasmo del amor
tendrán comida

desconfío de los gatos
amigos nunca amigos siempre dueños
porque pueden verte cuando dejo de mirarte
porque pueden caminar sobre vos sin que despiertes
y tengo miedo
de que roben los suspiros que son míos

pero están en todos lados...

en la punta de mis dedos
en mi boca
bajo mis párpados
en mis sueños
en mi piel
en mi costado

gatos...
gatos...
tantos gatos


4.
me gustaría que
expertamente
libaras de mi boca la esencia de mi huésped
que supusieras desde su nombre
hasta su altura
y que caracolearas ambos sobre el lomo de tu lengua hacia tu pecho
como una lluvia infantil de miel y abejas

sé que aquel que se hospeda en mí
adora todo lo que anuncias

aunque aquél que parezco ser de vez en vez te olvide
el huésped siempre guarda un talón de memoria
que se hace efectivo con tu nombre
tu silueta
o esas cosas que
imperceptiblemente
se desprenden de vos y se agigantan
rebasando el volumen de los cuartos
llenándolo todo
resúmenes
agujas
y permisos

sé que mi huésped se asoma para verte
lo percibo
lo veo en sueños
puedo sentirlo en mi cabeza
puedo apreciar como roe mi nuca para asomarse
para aprenderte despacio y en silencio

sé que aquel que se hospeda en mí
adora todo lo que anuncias
por eso
cuando decís mi nombre
lográs darme un día más de vida
porque mi huésped
ama lo que amas
y solo por eso me respeta mientras duermo


5.
me apenan los ángeles
su forma tan inútil de ser perfectos
como hilos de teléfono
repitiendo palabras que no les pertenecen
para hacer milagros que jamás les interesan

los imagino
arrebujándose en rincones de piedra
intentando retardar el infortunio
deseando poder soñar
con el más ingenuo sueño
pero ni siquiera pueden soñar que son libres
porque no duermen
de tan perfectos
porque no ríen
de tan perfectos

entonces...

si alguna vez te llamo mi ángel
maldíceme
no me permitas el poder de esclavizarte
a un deseo que no es tu deseo
a un sueño que no te pertenece

no me dejes involucrarte con una perfección
que jamás podrá convocar el placer que significas

jueves, 26 de abril de 2007

Breve insomnio sobre la poesía



Hablando de miradas, me vino a la memoria la frase de un poema, creo que de Rosana Acquaroni, que decía:

"...En la última tarde tu mirada tenía
un dolor a jardines descuidados..."

Y me he he quedado pensando en esa exageración poética tan bella, ese insólito para describir algo, un dolor pintado de abandono.

Una vez, hablando con un poeta al que respeto muchísimo y del que me guardaré su nombre, recibí una lección que he seguido a mi manera. Él me dijo que la diferencia entre un escritor y un poeta es que el escritor describe lo que ve y el poeta hace lo que ve, el escritor está sumergido en la historia, el poeta está al lado de la historia, aunque sea SU historia, la escribe como si no le perteneciera.

Encontré esa definición también en Cortázar, ya que en algunos de sus escritos él, que fue poeta y escritor al mismo tiempo, habla de la lateralidad del poeta respecto al mundo, el poeta no habla de la realidad, hace la realidad.

Este concepto también es posible de encontrar en los grafitis escritos por los estudiantes franceses durante el verano del 68, el grafiti decía:

"Mis deseos son la realidad".

Y luego recuerdo ese otro grafiti que expresaba:

"Exagerar es ya un comienzo de invención".

Estas frases al azar escritas por los estudiantes de la Universidad de París son esclarecedoras a mi entender, van delineando casi la realidad del poeta. El poeta observa, integra y transforma lo que sucede, lo describe de una manera en la cual es posible apreciar matices y colores insólitos, dice de una manera en la cual a nadie se le hubiese ocurrido decir, transforma, des-literaliza, seduce la paradoja, destruye el idioma para recrearlo desde el conocimiento del idioma, no disfraza, cada giro, cada cosa cumple una función y obedece a un método, a veces a un des-método, de hacer las cosas.

¿Cómo si no, Leopoldo María Panero hubiese podido escribir?:

"...Suave como el peligro atravesaste un día
con tu mano imposible la frágil medianoche..."

¿O Juan Gelman?:

"...parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz derecha ..."

No es desprecio de la realidad, es la reinterpretación de la realidad lo que estamos viendo, es la expresión de una mirada que no solo abarca lo que es, sino también lo que puede ser, lo que sería, lo que quisiera ser y así infinitamente también con otros verbos.

Extrañas cosas que se me ocurren a las cinco y media de la mañana, cuando debería estar durmiendo...

miércoles, 25 de abril de 2007

Yo



Yo, el que soy, en la luz sin sombra o en la sombra de la sombra porque ambos costados me pertenecen, puedo asentir y decir que me atrevo y deberás comprenderme. Supón que siguiese todos tus exactos hasta que al final consiguiera ser aquel que te celebre ¿no perdería acaso a todo ese millón que hoy celebro? Aunque sean unos pocos miles no hemos nacido, ni vos ni yo, para dejar atrás o desperdiciar en el aire una libertad imposible. Vos te has decidido guía y pretendes que todos asumamos la ruta que trazas, como si cada arabesco fuese una línea recta donde así la supones.

Discúlpame si observo que no es cierto.

Prefiero contraindicarme en tus gestiones, prefiero la contracarga a andar soportando en mi espalda el peso de tu espalda. Cada cual con su quimera amigo mío. ¿Tienes miedo acaso y por eso deseas eliminar al señor de todos los rincones? ¿Deseas abrir cada puerta con un párrafo preciso, esplendoroso?.

Hay quien, umbrío, no sabe de eso, hay quien, luminoso, no desea hacerlo.

Y tampoco me agradan los finales...

martes, 24 de abril de 2007

Citadino











1.
sin embargo quizás sea mi ciudad y yo esté en ella
tiritando
sin darme cuenta


2.
algunos miedos encuentran fuerzas en la luz
(se extienden
los miedos y los lobos
sobre cada pared rocosa
esperando las espaldas imprevistas)
y levanto mis ojos tratando de evitar el resplandor
el agobiante resplandor
el mudo hosco del resplandor
el silencio que reptando el resplandor agradece a mi retina
y si lo logro
suelo sentarme sobre alguna olvidada memoria
a pensar las cosas que aun me restan
me faltan
como cicatrices de tumbas en el verde


3.
porque no existen ciertas cosas que me invento
no existe la palabra que expresa lo hondo de lo umbrío
no existe la palabra que encuentra a la oscuridad como descanso
ni al deseo como goce
y así
lento y prolongado en prolongada espera
desde mis dedos pequeñas cascadas te pronuncian


4.
y no importa
y no duele el extravío
ni iluminan las espadas sobre la mesa
el silencio que han cortado y aún desmiembran
y no importa ni duele porque allí estás
amándome
esperándome
y siéndome
de la precisa exacta forma en que me habitas


5.
solo por eso sé que este día es mi día
porque estás
porque me vives
me respiras
y me extiendes sobre la calle para amarme
en esta ciudad
que no es mi ciudad
pero no te prohíbe
pero no me prohíbe
no nos ausenta...

déjame arrinconar la penumbra en el olvido
porque vos
amor
iluminasy tu luz no pertenece a ningún miedo.

viernes, 20 de abril de 2007

fuegos ancestrales

1.
Me dices
que el héroe ha llegado
que la orilla del mar es tan plana
como la piel reticular de una serpiente

sonrío...

no me asusta que te apene despedirte
me asusta que aún en el adiós
yo no te entienda.


2.
¿qué obscena razón
me ha llevado tan lejos y tan pronto?
un cuerpo
como palabras de niño en la pizarra
un puma nacarado
afilando sus uñas en el espejo
y la revelación escrita sobre el fuego

danzamos...

me arrodillo ante el animal totémico
pensando que la única luz es la que no existe

luego es el silencio
el rumor de pies sobre la estera
un collar de plumas
una daga de jade

quizás diga que te amo


3.
es la sabiduría del sendero
la tierra oculta bajo la tierra nuestra
donde la raíz encuentra
esa forma tan especial de iluminarnos

allí...

la angustia de la hierba
el sigilo de la salamandra
el absurdo del diablo

saltos en círculo
una sonrisa descendente
distorsionada
y unas tremendas ganas de salvarte


4.
junto a la ribera
el amor de la imagen te depositó en el agua
apenas dos o tres narcisos blancos
y un recuerdo

levemente
el sol inició la tarde sobre la orilla

los colores cambian
como las manos
y todo lo que significa
se torna olvido


5.
¿por qué el cáliz lúgubre?
¿por qué el río desciende
sin poder apagar ningún infierno?

el día es nuestro...

las banderas desplegadas
cuentan que vencimos
(no puedo confundirme tanto)
la fanfarria me molesta
siempre
me ha dolido
jamás la he confundido con clemencia
ni alegría

despidamos a los muertos en un minuto
celebremos a los vivos
por un minuto

el día es nuestro...


6.
es cierto
el sigilo de los dioses se evidencia
durante el día que transcurre
vos
yo
podemos denunciarnos como testigos
mientras aguzamos el borde de las máscaras


7.
cuando el campo de octubre se despliega
la distancia
esa inconmensurable espiga
durará en el pan del día ajeno
y los antiguos despojos comenzarán a reunirse
en derredor de la lumbre
bailando como sombras chinescas

el gesto en el aire
la renuncia de la forma
¿quien ha vencido realmente?

la victoria es un hijo que jamás regresa


8.
tu palabra
mi palabra
algunos monosílabos
una indeclinable tendencia al crecimiento
que se aprecia en el método de nacer dedos y dientes

la cena está lista
acércate

devorarnos puede ser el pan de ese futuro
que se nos viene encima y no comprendes


9.
me cuentas
uno
levantas una sonrisa entre tus manos
enciendes un fuego
te observo

casi una letanía de gestos únicos
la soledad
es así
un eco ausente


10.
alguna vez
te dije y sonreíste
de esa forma pretendo recordarte




reflejos


1.
¿qué ves cuando miras el espejo?
diosa recurrente
deliciosa curva
que se deposita sobre el ansia de mi mano
no creo
por dios
que te reflejes
no creo en la duplicidad de la belleza
de tu belleza
de tu peso cayendo hacia mi boca
de mi nombre humedecido por tu boca
del sagrado color de tu sonrisa
sobre la cual
impenitente
me reclino


2.
solo a otros
otros ojos como soles que te observan
danzar curiosa sobre lunas de almanaque
sobre días rojos
y días negros
sobre luces de neón
y sobre el tráfico
para detenerte
dulcemente
en el margen de mi agenda
en mi teléfono
en mis cosas por hacer
en mi deseo
¡ah! en ese laberinto extraño
donde conocí el goce más sensual de tus arterias
donde sedujiste
roce a roce
cada una de mis formas de mirarte
hasta hacer innecesario preguntar si es que te amo
si es que lo creo
o si lo miento
y tu boca
la humedad de tus orillas
esa rosa que crece tan desnuda
y tan potente
esa rosa que desgrana universos
espirales ascendentes
persistencias
allí
donde ella crece
en los jardines que alguna vez creí olvidados


3.
diecinueve de abril del dos mil siete
César ha muerto
Roma ha caído junto a Cartago
Venus permanece
en vos
aún permanece


4.
el whisky y el tabaco y su tristeza
esa vieja manía de sentirme melancólico
una pelusita
un muñequito de algodón
una blusa abierta
apenas
despejando
un pájaro posándose en los dedos
adivinando el suspiro en la garganta
un desnudo
un atril vacío
la paciencia
cosas que me incluyen
a veces ignorándome
a veces posándose sobre mi cabeza
dándome ojos
llevándome en andas a tu espejo
para mirarte desde ese mundo otro
donde solo estableciste tu deseo
y no tu presencia
porque tu belleza
no puede ser duplicada en el reflejo
porque solo sos exacta en este lado
en este punto en el cual respiras
tiemblas
esperando la arena del abrazo
esperando generar eternidades
con una simple caricia de tu boca


5.
pensaba que nos encontraríamos casualmente
una sonrisa
una larga caminata de la mano
un buenas noches hasta luego amiga mía
pero jamás aceptaste el fingimiento
y yo no pude fingirme como otro
¿acaso no existen las alfombras?
¿los tapices? ¿las veredas?
¿los troncos de los árboles y las hojas?
¿acaso no existen tantos y tantos lugares
donde hacer las cosas
a propósito del amor y de nosotros?
no podíamos esperarnos
una vez establecidos
presentados
una vez pronunciados nuestros nombres
en un entrelazar de bocas y de cuerpos
no podíamos esperarnos
y no esperamos

¿que ves cuando miras el espejo?
yo tus ojos