martes, 25 de agosto de 2009
el poder de la memoria
1.
sabés que jamás olvido un nombre
ni un rostro
sabés que mi mala memoria
es mi mejor defensa
y mi más antigua mentira
sabés también
jamás podría escuchar música hortera
si es
que la hay
2.
y mi sexo es tan
horrible
cuando cuelga flácido
vacío
arrugado
como una naranja olvidada al sol
en cambio
tu sexo es siempre tan hermoso
suelo soñar que me sonríe
3.
yo colocaría el amor sobre todas las cosas
pero siempre debajo de tus pies
debajo de tu sexo
de tus senos
de tu boca
(ese es el exacto orden en que los veo)
pondría la felicidad bajo tu sonrisa
cualquiera de las dos
ambas son maravillosas
dejaría que mi voz se escurriese
siempre
por el hueco de tu espalda como agua
lo sé
tenés razón
obsesionado por vos no veo nada
solo alcanzo a conseguirte en mi memoria
pensando que hacemos el amor
furiosa y depravadamente
en estos breves infinitos de no verte
4.
me gustaría ahora ver a jackie en un gran vaso
(¿sabés?
le digo jackie
porque me parece impropio
desear algo con nombre de hombre)
me gustaría perder toda noción de tiempo
de distancia
de tener que serme sin poder
de vez en vez
fugarme un poco
la vida es algo más que un trabajo pobre
un mal cigarro
un pésimo trago a horas perdidas
la vida es verte desnuda a escondidas
cuando no ves la sorpresa de mis ojos
cuando no sabés que te encenderás en mi recuerdo
estos breves infinitos de no verte
5.
podría entrar a un bar antiguo
ser como uno de esos guapos del tiempo de ñaupa
calzando una afilada cuchilla y un buen funyi
mostrando las cicatrices de mi cara
con paso de gallo de pelea
ya sabés como terminaría
tirado en un rincón cosido a puñaladas
no sé si me amás porque soy suave
porque solo expreso mi hombría entre las sábanas
solo sé que me amás
y eso me alcanza
por eso te pido
no me olvidés
en estos breves infinitos de distancia
cuando debo cerrar los ojos
para verte
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario