sábado, 9 de octubre de 2010

el triste dolor de la alegría


1.
como espuma blanca/como huída
veo mis manos en el cristal/reflejándose
escapando hacia vos sin encontrarte

mis heladas manos en el cristal/como buscando
buscando tus reflejos
aun el más antiguo e imposible
aun el más nuevo de tu ausencia

mis manos recorriendo el cristal como fugándose

fugándose de mí

de mi día harapiento

de mis vasos vacíos

de mi cenicero lleno

2.
cada hora es como un toro embravecido
embiste y embiste sin cansarse
sin importarle el dolor o las heridas
embiste y embiste infatigable

y para mí las palabras son como el burladero
y tu imagen sonriendo el cielo cruel y frío
que asiste impávido desde el palco
como te desea mi sangre aquí en la arena

3.
¿qué otra cosa es esto?
un lento y constante goteo de impaciencia
una ancha hoja de guadaña
cortando la mies aún no sembrada

más no importa

la muerte es cosa compartida
pero tu distancia
es solo mía y de algún otro

4.
me pregunto si alguna vez podré apreciar
en que ínfimo instante tu llegada borra
mi triste aspecto de espectro y de vigilia

ha de ser gracioso
escucho tu risa como un aplauso
me dan ganas de inclinarme mientras te voy dando las gracias
en lugar de correr hacia vos y de abrazarte
hasta que tu cuerpo se hunde en mis entrañas

5.
como una dulce amarga miel espesa y leve
como una herida que me cura del dolor más insensible
una torpe artística destreza

quizás la habilidad de quebrar cristales sin romperlos
o de medir este tiempo sin medidas
o de iniciar finales infinitos

he de decirte que has de escuchar lo que no escribo
que has de leer lo que mi voz jamás pronuncia
porque en lo que no escribo y que no digo
vive todo lo que hoy quiero decirte
aunque lo que hoy quiero decirte
sea tan poco

sea tan poco que cabe en un anillo
una esfera de reloj
un calendario
sea tan poco que contiene
todo lo que existe y ha existido

como una amarga dulce miel intensa y líquida
veo pasar las horas que no pasan
esperando llegar al final de este infinito
para entonces acercarme a tus oídos
gritándote suavemente que te quiero

que te quiero permanente y sin distancia
que te quiero abrazándome y besándome
dejándote llevar mientras lo evitas
dejándome hacer mientras deshaces
todlo lo irrazonable de mí lógica
todas mis formas de ver a lo invisible
y de no ver lo que ya he visto y desconozco

y si crees que aquí me contradigo
o si crees que una sola vez jugué a la contra
es que no escuchas mi silencio
es que aún no me lees en el vacío
y de eso se trata este misterio

(silencio
ya sé lo que dirás
yo te adivino
aunque una y mil veces
me equivoque)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

aunque una y mil vez me equivoque, mi silencio permanece junto al tuyo....

Que bellas tus palabras, que bellos tus sentimientos.

UN abrazo poeta

Anónimo dijo...

Hermoso, Rey!!

Anónimo dijo...

y si crees que aquí me contradigo
o si crees que una sola vez jugué a la contra
es que no escuchas mi silencio
es que aún no me lees en el vacío
y de eso se trata este misterio


No, creo que aún no se escuchar tu silencio, quizás por eso añoro tus palabras.

Una Utópica.

Gaby dijo...

Hola ser!

Ga!

Sergio dijo...

Gracias por este compartir de silencios, ya regresaré y seguiré trabajando en el blog. Muchos besos.

¿Eres un utópica por soñar imposibles o por ser vos un sueño que nadie alcanza?

Hola Gaby, gracias por tu saludo.

Sergio