jueves, 14 de junio de 2007

novelón cursi para antes de la cena (fragmento)

Imagen: Janto Garrucho

Ella se acompaña con la mano para concluir el gesto, luego sonríe y se deja caer sobre la cama, su bata se abre…

entiendo la soltura de tu seno
(él habla)
la belleza es un movimiento insistente hacia lo más hondo del espíritu
y así tu seno me ahonda
profundiza en mi alma
y así tus piernas dibujadas en contraste sobre las blancas sábanas de hilo
terminan por hundirme en el deseo
¿y qué es este deseo?
la carne que deja de cumplir con su objetivo
porque no puedo unirte a mí con ella
no puedo derretirla y fusionarte sin que pierdas tu forma al ser la mía
por eso
puedo jurarte
que este deseo nace del espíritu
es mi alma quien te ansía
quien le ruega a mis manos te acaricien
quien ordena mis labios en tu pecho

Ella rueda sobre el lecho, su bata se fuga en el camino y su piel brilla con cada pedacito de luz que atrapa, su boca sonríe, sus ojos brillan desvaneciéndose detrás de la empañada transparencia de la imagen…

el agua y vos se conjugan esta noche
(él se sienta en una esquina de la cama
extiende su mano hacia ella apoyando apenas
sus dedos
sobre su estómago)
y leo la calidez que guardas
en cada uno de tus espacios infinitos
y tu cuerpo recita bajo mi mano
pequeños estremecimientos
pequeños vértigos mortales
una desobediencia total a las normas de distancia
(él acaricia la cadera siguiendo el camino de los muslos)
me gustaría enraizar eternamente entre tus piernas
me gustaría entablar un infinito coloquio de tactos en tu boca
con mi boca
tan sedienta
tan ávida de tu lengua y de tus labios
pero es el miedo
tal vez
lo que lo impide

Ella compone un gesto de sorpresa mientras los dedos de su pie derecho acarician las piernas de él, que sonríe apenas, sobrepasado por la dimensión de la imagen que más allá de significar una entrega, se convierte en símbolo de la pasión y del deseo…

tan mortal me siento
y vos tan divina
te aparecés ante mis ojos y me quemas
con la fuerza inmensurable de tu imagen
(él pasa la lengua por sus labios secos)
quizás no entiendas lo que significás para mis ojos
para mi tacto
para mi hambre tanto tiempo contenida
quizás no lo comprendas pero no necesitás
lo juro
comprenderlo
sabés hacerlo de una forma tan sencilla
tan ausente de la necesidad de inteligencia
que aún sin saberme vos lo harías
sos
más allá de los propósitos
y la fuerza de tu impacto me sucede
me paraliza
en un millón de decisiones que postergo

La mano de ella acaricia suavemente la desnudez de su amante, el gesto en su rostro se dulcifica consiguiendo una sensualidad tan potente que él cree escuchar retemblar los cristales de la ventana…

¿escuchás?
hasta la noche te aclama
puedo percibirlo aunque ahora carezca de sentidos
aunque ahora mi tacto
mi olfato
mi vista
aunque ahora cada uno de mis nervios se haya fundido
en el estallido de tu imagen en el cuarto
en el fuego que desprendés sin darte cuenta
el fuego de vos que me desnuda
me quita la carne de los huesos
me calcina hasta el hondo de mi espíritu
me llena de una luz candente que me ciega

La boca de ella comienza a navegarle, su pecho, su cuello, su espíritu tiembla ante la caricia de los labios, en sus oídos escucha explosiones de martillos, su cabeza gira, ella es una espiral infinita que lo atrae, que lo desencadena como una vorágine sobre su piel, los cuerpos se navegan y naufragan, se contienen y desprenden sobre las paredes del cuarto en un fosforescente vaho que todo lo ilumina. La ventana alcanza a brillar hacia la calle aunque en la habitación la única luz es el contacto. Ella extiende su cabeza hacia atrás arqueando el cuerpo mientras él, asombrado aún por su locura, explota en un haz de cristales de colores que la inundan, resumiéndola en un gemido, un suspiro, un abrazo…

permitime cerrar los ojos un momento
(él le dice)
permitime esperar por el regreso de mi alma
que has lanzado más allá de los espejos
permitime seguir junto a vos sin mis escudos
mi coraza
ni mis armas
dejame que descanse inerme junto a tu indefensión tan valerosa
dejame que cuente los vaivenes de tu pecho
dejame que te recite como y cuando me has salvado
de los demonios que todas las noches vienen a verme…

Ella lo besa en los labios y luego acuna su cabeza sobre el pecho del amante…

descansa
tu cabello es el aroma que recuerdo
tu voz es el idioma que ahora hablo

descansa…

nuevamente puedes iniciarme
pasado este momento de íntima penumbra

yo te amo

Ella sonríe aunque él no puede verla, y traza una línea de saliva con su dedo sobre la piel de su amante…

has nacido en mí y nacerás por siempre
(ella dice)

he nacido en vos hacia lo eterno
(él contesta)

Los cuerpos se llaman nuevamente mientras por sobre el tejado y sobre el cielo los espíritus juegan a seguirse…

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