domingo, 27 de julio de 2008

escribiendo-te



1.
el aroma del agua sobre el vidrio
tus dedos
recorriendo el perfil de cada copa
tu ingenua sorpresa tan desnuda
idea de un poema decadente
como a la mañana
cuando aún dormida te aproximo
volando mí deseo entre tus piernas
hasta que abres tus ojos
(te despiertas)
y en medio del gemido me sonríes

2.
es el aire
el fuego dormido que enceguece
el arrastrarse lento de las cosas
sobre una calle ardiente y solitaria
donde las almas
caen
una a una
detonando al contacto con el suelo

3.
déjame ver la lágrima y el ojo
el licor
los cigarrillos
la borrachera de ayer/el día inmóvil
la sombra recorriendo tu cadera
como una suave tristeza que acaricia

4.
juego entre extremos afilados
como un niño
tal vez
tan inconsciente
sin miedo a la herida ni consuelo
pero juego
entre bestias retorcidas y cenizas
entre antiguos fuegos sofocados
por la palabra adiós/por el olvido

5.
y es el día
el verano
la calle incendiada por el viento
la sombra del placer que nos conversa
bajito
para que solo nuestros dedos se den cuenta

(te miro leer y tan desnuda
que confundo el poema y tu belleza)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sergio debo decirte que escribes muy bien y que debes seguir así.
Atte. Yo

Anónimo dijo...

Es la languidez, el sopor estival que acumula días tras días los sofocados paseos por las palabras surgidas sin querer....Creo que los adioses son tan bien venidos como los "que bien tenerte de nuevo..."
Me gustó tu quietud, tu poema que refleja la ternura en el acto..el nº5 es perfecto...
Un saludo poeta