sábado, 12 de diciembre de 2009

mis putas felices


no se sabe de donde vienen
donde nacen
o si en realidad
aparecen
como nacidas del deseo en cada esquina
para regalarnos un momento del éxtasis
más esplendoroso
imaginable

ellas caminan
como trazando un surco en las miradas
enfundadas en blancas gabardinas
ceñidas a sus cinturas
sosteniendo
en sus manos
tal vez
un paraguas
que dejan caer
como al descuido
y es entonces que el mundo se detiene
y ellas miran
sin mirar
y saben que uno, dos, tres, cuatro
han hecho el gesto de recogerlo
y entonces
sin doblar su espalda
ellas se agachan
juntas las rodillas
las medias negras asomando
sobre la piel desnuda
y lo levantan
y se elevan
como si volaran
y alzan su cara al cielo riendo por la lluvia

así son
mis putas felices
seductoras
siempre alertas
de suaves movimientos de felino
sedosas
calmas
pero salvajes
cuando la ocasión lo necesita

así son
ese tipo tan irreal de mujeres
bellas
aun cuando los años se acumulen
sobre sus bocas/ojos/agendas
siempre hermosas
desafiantes
imperiosamente delicadas
como el vaivén de una hoja cuando el otoño
sin querer
la desarraiga

y uno no sabe si están vestidas
bajo la gabardina
ceñida
a su cintura
o si desnudas caminan como si nada les estorbara
como si el camino se hiciese
para su paso fácil
para sus caderas
para dejar un recuerdo indeleble
en quien las mira

¡ah! ¡magníficas y únicas! mis putas felices
aquellas que todos soñamos
llevar a la cama
con miedo a la ausencia
con miedo al olvido

a mí ¡qué remedio! mis putas me gustan
me dan poemas/canciones/sus piernas
me sumergen en mundos de medias de seda
de piel fragante y suave y sabrosa
de sexo implícitamente salvaje
aunque solo se trate de tenues caricias
de lentos besos
sobre sus gargantas

a mí ¡qué remedio! mis putas me aman
me dejan notitas sobre los poemas
o me despiertan
siendo mi manta
o me muerden los labios
para que les hable
de lo que hablo yo
de casos sin causa
de palabras perdidas
de historias sin pies
y sin guillotinas

me gustan, las amo, las busco, las quiero
a mis putas felices
tan alejadas de la sociedad perfecta
de las señoras que leen madrigales llorando
de las mujeres corte inglés
o las mujeres carrefour

amo
adoro
sublimo la imagen de todas mis
felices
putas
las quiero/las llamo/ en cada poema
les digo que vuelen y río y aplaudo
tanta belleza
me gusta que sean
por encima de todo
que sean como son y que sean y cacen
y devoren
y luego renieguen y olviden sus presas
me gusta que hagan
lo que crean
o quieran
porque saben el mundo les debe disculpas

admiro
requiero
a mis putas felices
les llamo demonios o ángeles o diosas
y a ellas les gusta
verse en mis ojos
hundirse en mis manos como si el mar fueran
profundizar en mi boca
en mi sexo
en mi pecho
buscando de dónde nace esta
mi ternura
por mis putas felices

amo
adoro
admiro
requiero
a mis putas felices
inclino mis sueños cuando pasan ellas
me hundo en sus piernas si así lo desean
y exploto en sus bocas
cuando me recitan

¿qué es más perfecto
que ser en una mujer tan perfecta?

pues nada

el mundo es lo que es
ellas son como nacen

no las prohíban

jamás

mis putas felices son necesarias
mis putas felices son
inexorablemente
envidiadas
por las señoras de los madrigales y amplias pecheras
por las mujeres corte inglés y las mujeres carrefour
pero a ellas
no les importa
no podrían cambiar
aunque quisieran
porque así son felices
dejando caer el paraguas y contando
unos, dos, cien mil
ojos que las miran
y alzando su rostro al cielo
para sentir la lluvia
mientras sonríen
con toda su alma

4 comentarios:

carmen dijo...

:)) ¡Oda a la mujer perfecta! Me incluyo en la lista pues todos-as tenemos ese lado seductor que seduce al seducido lector, voyeur o amante...Pero también soy mujer corte inglés y mujer mercadona.¿Incoherencia la mía?

En serio, me ha gustado porque me ha trasmitido frescura. ¿Será normal?

Saludos poeta :)

Minieyes dijo...

desconocido descubierto...bello, bello lo q escribes!

Sergio dijo...

Gracias, me alegra que me hayas descubierto y de esa forma, pude yo descubrir tu blog donde he estado picoteando por aquí y por allá.

Un abrazo.

Sergio dijo...

Carmen, en toda mujer convive la realidad y la paradoja, solo que hay quien jamás lo descubre y están las afortunadas, que lo saben y disfrutan.

Un abrazo.