viernes, 11 de diciembre de 2009

vuelo libre

Imagen: Sergio Rabadá

1.
como un campo de trigo
como una cintura angosta arbolada de chopos
en algún lugar tranquilo
junto al río
cielo/agua/silencios
ojos que miran con la paz de un estanque
ojos que miran desde un cuerpo que
para mis ojos
resume cada uno de los cuerpos que me importan
como un campo de trigo resumiendo los campos
como una angosta cintura junto al río
en un bosque de chopos
resume todos los ríos
todos los chopos
todo el deseo

2.
cortinas de luz como atravesando hojas y ramas
gotitas brillantes
sobre tu cuerpo desnudo
me muevo y te miro
mientras las lentas cortinas a veces me ocultan

vos
en cambio
espléndida y bella
te sueltas lentamente
de tu vestido
te extiendes desnuda ante todas las miradas
dejas que cada par de ojos pueda tocarte
acariciar tu cuerpo de nata dorada
delicia y dulzura
en todas las bocas

vos
en cambio
no como yo detrás de las cortinas
te extiendes y entregas con una extraña magia
y son manos y manos y cuerpos y cuerpos
y resuelves a tu favor esa extraña batalla
desgranando sobre tu piel
a los hombres
que gozan

salpicando todo con una sonrisa
con gemidos leves de intensísimo goce
y levantas tus brazos
y con ellos te elevas
como si todos los pedestales quisieran
ser
quien te sostenga
pero prefieres que tu pedestal sea de manos y carne
de sexo y de goce
de pura lujuria

y detrás de las cortinas mis ojos te rozan
y te das cuenta
y ríes
dándome tu vida en esa
tu risa

3.
el amor es un juego sin trampas
para quien lo comprende
carece también de llaves o rejas
el amor es un pájaro libre
al que solo su vuelo encarcela

lo sabes y disfrutas
lo entiendes y aplicas
y como tu aprendiz pregunto y explico
mientras tus piernas se enrollan
ambiciosas
en mi cintura
mientras tu boca otra boca
envuelve y exprime
toda mi alma con toda ternura

salvaje y experta
inocente y tan tierna
te han maleado con la más rara de todas las magias

sensual e inocente
provocante y tímida

tu piel sonríe cuando mi piel la toca
tus ojos se llenan de tantas miradas
que te hago el amor
con toda mi fuerza
que te hago el amor cada vez que puedo
te hago el amor
todas las veces
que tus piernas me llaman

4.
verte a trasluz es ver un milagro
observar como tu piel fosforece de pura ternura
observar como tu piel brilla
de tanta
lujuria

ni con cien brazos podría
lo sé
retenerte
por eso me importa
solo
a quien regresas

te dejo libre encadenada a tu vuelo
y vas picoteas y vuelves
y sé
que deseas
salvarte de nuevo aunque jamás peligraste
pero solo en mí encuentras
el hogar
que te acuna
donde te sentís
en verdad
protegida

ve y vuela
sé libre
sé instinto puro/animal de seda/torbellino de carne
sé quien sos y que siempre vuelvas
a este
tu hogar
tu verdad
y tu cuna

5.
dejo caer la cortina y observo la luna
llena de luz
redonda de tan blanca
y extiendo mi mano como para tocarla
y te siento en ella
tan llena de luz
tan desnuda y pura
tan dulce como una gota de miel sobre las sábanas
tan plena de vida
tan controladamente descontrolada
que una pequeñísima lágrima surca mi mejilla
cayendo en vaivén sobre mis curvados labios
curvados en la simple hoz de la sonrisa
que siega tanta felicidad como tengo
para darle de comer
cada día
a mi alma

y siento tu voz resonándome dentro
haciendo bailar la sangre en mis venas
diciéndome “ven
aquí estoy
tan desnuda
tan sola sin vos y sin embargo jamás sola
deseo que me lleves hasta el sol del poniente
deseo que me aligeres de todas mis cargas
que me hagas feliz con tu ternura tan única
que me hagas tu mujer con todas tus palabras
que me dejes volar y seas mi nido
ese nido único adonde alguien como yo
siempre
regresa”

y voy y te acuno
yo tu hogar
tu santuario
tu alma
te quito todo equipaje/todas tus cargas
y te dejo volar
hasta donde quieras
sabiéndome el lugar
al que siempre regresas

¿qué es el amor sino un campo libre?
¿qué es el amor sino una delgada ribera
arbolada de chopos
siempre silenciosa
aunque llena de vida?
¿qué es amar sino regresarse
siempre
adonde deseas?

sin jaulas ni llaves
sin ninguna cadena
volar y encontrarnos
porque sí
porque siempre
sabemos
dónde el hogar
dónde la cuna

vos mi nido al que siempre regreso
yo tu nido al que siempre regresas

yo la mirada detrás de las cortinas
vos la risa que siempre me llama

yo la ternura
vos la ternura

vos la lujuria
y yo
quien la calma

2 comentarios:

carmen dijo...

Has acariciado con la palabra el alma y el cuerpo de quien lea este poema.
EXcelente Sergio, excelente...

Sergio dijo...

¡Gracias! 8)

Un abrazo.