martes, 29 de abril de 2008

impersistencia

Imagen: Srf





después de tanto incendio
comencé a quitarme las costras de las manos
de los brazos
del cuerpo
pequeñas escamas que quizás me protegían
pero te aseguro que jamás lo suficiente

detrás del viejo paraíso
adivinaba el pequeño pueblo
no más que una espiga en el verano inmenso
adormecido en el centro exacto del mundo mío
porque
no sé si lo sabes
siempre he imaginado al universo rodeándome
espeso y ciego

seguí escarbando con la punta de mi uña
mientras el calor pesado de la tarde me recordaba la ceniza
el fragor inmóvil de ese enero enfebrecido
caliente y supurante como una llaga
dejando libre
al fin
mi carne
mi pequeña carne entre tanto inmenso

no hablo de moscas en la sopa
ni de magos convocando espíritus
hablo de lo que fui y ya no era

como si nacieran otras hogueras de la hoguera
permanecí quemándome
pero ya limpio

moneditas de piel sobre el cemento
espejismos de sudor y pieles tensas
como parches de tambor o espera larga
baile/danza/diablo/estrépito
corredores a oscuras en la tarde
levemente iluminados
en el alba

así
en esa casual monotonía monocroma
con el vaho del zinc elevándose hacia el cielo
absorbí aromas y sabores hasta quedar ahíto
pero mi hambre de fuego era otra hambre
ya no correría/travesura
ni esconderse de la luz para pensarla
era
¿cómo decirte?
un mismo sitio

supongo que llegaste porque debías
y que jamás te irás porque no debes
y yo perseguiré mis viejos vicios
para abandonarlos en el quicio de la puerta
y si no es así será así de todos modos
sé como soy cuando no deseo serme
cuando no deseo escribirme en otros árboles
porque se de la belleza de tu sombra

así y todo te ilumino
impersistente tal vez
pero con fuerza

1 comentario:

carmen dijo...

Yo suelo esconderme tras una
mirada furtiva
un beso robado al aire
o un simple pensamiento
Todo es porque ha de ser
El fuego
la luz
una travesura
una vida que necesita persistir para llamarse vida....me ha encantado
Un abrazo