lunes, 9 de noviembre de 2009

poema de amor



1.
Saliendo al camino, el día se abre lentamente.
Es la hora en la cual el sol suele herir los ojos.
-Me gustaría verte danzar- pienso, mientras el valle
se va disfrazando de colinas.
La distancia puede ser poca o mucha, el camino
largo o breve como un beso tímido, sinuoso o recto,
pero es bueno saber que siempre esperas.

2.
En vos no existen lágrimas detrás de las lágrimas.
Una vez he limpiado tus ojos con una sonrisa
toda la tristeza desaparece y solo sabes a alegría.
Para mí eso es un milagro. No necesitás hacer
nada más que eso, ni resucitar almas perdidas,
ni dar el poder de caminar a los inválidos,
solo sonreírme desde la limpieza de tus ojos,
esa misma limpieza que trato de reflejar cuando sonrío.

3.
Sigo creyendo en dios porque vos existís,
por ninguna otra razón podría justificarlo.
No sé si ha creado el mundo o si todo ha sido
una gigantesca casualidad que él puso en marcha.
No me importa, verdaderamente. Lo importante
es que si hay dios hay almas, hay algo más allá
de la materia. Algo que quizás se encuentre,
otra vez, en el mañana posterior a nuestras vidas.
Si vos no existieses la eternidad sería demasiada
carga sobre mis ojos, terminaría cerrándolos
y fingiendo que no hay eternidad,
que no hay nada de mí que sobrevive.
Prefiero la muerte a estar tan solo, prefiero
que dios no exista, que no exista una posibilidad
de alcanzar el infinito si no estás conmigo.
Si vos no existieses no podría creer en dios,
no podría. El miedo a que existiese un mañana
posterior al hoy de mi vida sería una aberración,
una aterrorizante aberración para mi alma.
Vos sos, por lo tanto, la razón de que dios exista.
No es posible justificarlo de otra manera.
porque si cuando sonríes siento que mi alma sonríe,
se reconforta, es porque en mí un alma vive.
Hay un día posterior al día de hoy de nuestras vidas,
y vos estarás presente y yo a tu lado, eternamente.

No hay comentarios: