miércoles, 25 de agosto de 2010

comicón


1.
algún dios ha caído
o quizás ha sido un ángel
errabundo
el que dejó su sangre
como un reguero de estrellas

2.
sueño y sueño
cuento los cospeles que quedan en mi bolsa
y sueño
la miseria que se asoma es
a veces
tan fuerte

sin embargo allí estás
allí sonreís y allí me abrazás
y no importa que mi madre esté a diez mil
o que mis hijos estén a diez mil

yo estoy allí
hipnotizado por tu gesto y tu belleza
estoy allí
sumergiéndome en tu escote
haciendo equilibrios sobre esos labios
que apretás
sobre mi sexo

hundiéndome
en tu carne
con mi carne
satisfaciendo
tu hambre
con mi hambre

me pregunto si moriré mañana
me pregunto si acaso importa

3.
he visto imágenes de la guerra cabalgándote
he visto imágenes de muerte mientras me cabalgas
el mundo adquiere
cuando eso pasa
su dimensión mínima
el dolor adquiere
cuando eso pasa
su expresión más ínfima
no hay dolor en vos
no hay tristeza
no hay mundo
solo existe ese inmenso placer de ser
a la vez
mi amante
y mi amada
la luz es
entonces
un grafiti sobre la pared de la habitación
y vos y yo somos
por unos minutos
los jinetes más geniales del infierno

4.
ahora estoy solo
pero
con una soledad nueva
estoy solo porque vos te has ido
y esta soledad no la reconozco
no es la misma vieja soledad que curaba mis heridas
es una nueva joven soledad que las procrea

te necesito
este amor que te tengo te hace un gesto indispensable
una manera de saber
que mi vida tiene sentido y forma

5.
cuando regresés de este viaje que ni vos ni yo queríamos
pero que sí quería el sistema de la libre empresa
que no querían los managers de putas
pero sí los atildados ejecutivos y los caseros
te estaré esperando en el éxtasis de mi impaciencia
quizás
con mi erección más hermosa

y así como es de crudo mi amor
así como asisto al esplendor de tu cuerpo desnudo
en mi mente, mis manos, mi memoria
así asistirás a mi abrazo voraz, mis ganas de vos
mis ansias por roer hasta tus huesos a caricias
así sabrás lo que es la muerte por un instante
así agonizarás con mi sexo en tu sexo, mi boca en tu boca
así desintegraremos esas estrellas nacidas
de algún dios caído
de algún ángel errabundo

o que quizás nacieron
de ese abrazo último
de esa despedida
que me duele el alma

después de todo
no solo los dioses o los ángeles
pueden crear la belleza

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