sábado, 5 de mayo de 2007

el resumen de la sombra




1.
cuando hablo
no sé quien es verdaderamente en mi boca
hay veces
que ni siquiera logro reconocer el sonido de la voz
o las palabras
también me sucede al mirarme
asombradamente
en el espejo
cuando pienso que no sé si soy el que se mira
o el que refleja
y tampoco sé cual de los lados del mundo es el exacto
el correcto
el que corresponde vivir proporcionándole cosas
tales como anécdotas
o esfuerzo
¿vos
tenés la fe de comprenderme
sabés a quien abrazar
la diferencia entre el que yo soy y las imágenes?
también
por allí o por aquí
las flautas de los faunos
el recurso inhábil del artista
el trazo desprolijo
me confunden
me doblan por la mitad
en un dolor intransferible
llenan de sudor mis sienes y mi boca
como si el decir fuese un esfuerzo


2.
como todos necesito
y cuando mi cuerpo se infla
estrujando los sueños contra las ventanas cerradas
suelo recoger las cosas que me has dicho
para sentirme más liviano
para seguir empujando la sonrisa
y si esto no es creer
confiar
cada una de las cosas sería simplemente
el loco sigilo de las trampas


3.
y suelo ser íntimo
como ahora
y suelo caer en excesos de ternura
aunque también
en oscuros silencios
como si meditara la penumbra o los ocasos
pero es el dolor
¿sabés?
el trenzar arañas aquí dentro
el desplazar perros y coyotes
por cada una de mis ideas solitarias
por cada uno de estos momentos
cuando no logro definirme o separarme de la imagen
cuando no sé
no logro saber
cual es el de verdad
cual es el que
inversamente
lo está imitando
y deberás perdonarme
pero no puedo sumar el tiempo en este día
porque ya conseguí demasiadas cosas para no entenderme
y no quiero sumar a ellas
todo ese olvido que por allí anda
que por allí espera
con una boca abierta con dientes como arena


4.
también aprovecho las caídas para recoger esos pedazos que he dejado
para recoger esos pedacitos de almanaque y rompecabezas
que se deshojaron y recorrieron su distancia
y aunque en ese momento no alcancé a preocuparme de su sitio
luego los carezco
y los cito
y ellos faltan
y entonces espero inquieto y arbolado
como el horario de una flor junto al cemento
¡ah! si alguna vez pudiese expresar con una voz ambas cuestiones
la de aquel que se aleja cuando me acerco
de aquel que se acerca
si alguna vez
si alguna película en algún cine
si los dioses han enloquecido sin tenerme en cuenta
y me han dejado
creyéndome cuerdo


5.
porque es el dolor
el doblarme en dos y en tres y hasta en ninguno
es la humedad de la sangre en las cuestiones que me ocupan
el agostado retemblar de los asuntos cotidianos
el perro que despierta
tal vez gruñendo
los dientes de cartón en los talones y el desgarro
el gato desperezándose
hambriento
sobre la espalda del tigre que acecha y ríe
son las larvas abandonando la pared desde los clavos
la luz que gotea
irreflexiva
visiones de un yo oscurecido
de una temprana afición a la penumbra
y dime
¿aún me escuchas?
¿acaso tiembla tu mano al describirme
en la caricia que piensas y aún no has dado?


6.
por ahí me espera un cuervo
(no seré más preciso)
una dentellada
un alarido
una frugal cachetada
como si arrojasen lápices desafilados
como si atravesaran la hoja
descubriéndome
dejándome desnudo en el lugar del nacimiento
mis brazos cruzados sobre el pecho
y ese deseo de llorar que siempre existe
en cada una de las cosas cuando empiezan


7.
hace miedo
el día hace miedo
hay sol y todo brilla y el aire es cálido
pero hace miedo
¿si cierro los ojos continuarán las horas?
¿seguirá la arena?
¿vendrán los pájaros con gotitas de acero en sus picos
a mangonear una flor o una espina o una palabra
dicha con la sacrosanta voz de los amantes?
he trazado cruces en las bocas del infierno
y he construido escaleras sin arriba
dejando para luego el ignorarme
el fingirme valeroso
al menos descansado
al menos brillante y sonriente como todos
pero el día hace miedo y me deslumbra


7.
triunfarás
y quizás pueda verte en la victoria
elevándote como una diosa egipcia sobre el cielo
sobre el pedestal de Akhenatón y de su ausencia
elevando a la arena con tu viento
con el murmullo de las voces olvidadas
con el poder de esa luz que manifiestas
pero
solo será un vistazo
antes de destemplar mi obviedad bajo la arena
antes de reptar hacia el sosiego del infierno
donde las cruces aún persistirán fingiendo un pasaporte
un salvoconducto de perdón para el pecado
pero
sé que en el infierno existen ángeles
poetas y traidores y asesinos
por lo que podré escribirte
cuando quieras
aunque no confirmo la sabiduría de mi letra


8.
luego iré al rincón donde acostumbro paladear espectros pálidos
me serviré una copa de buen vino dejándola en la mesa
para que el aire la beba y se embriague y me disculpe
y dejaré el dolor en la antesala
dejaré el agobio y la tristeza y esperaré hasta esperarte
dejando la puerta entornada en un trozo de almanaque
aquel que guarda los días que prefiero
verás
no hay otro cabello que tu cabello
ni hay otro cuello que tenga la gracia de tu cuello
ni otra boca donde la noche sea luz o la mañana suave umbrío
ni otra piel que enternezca en el fragor incorpóreo del verano
y saber esas cosas me da miedo
porque no tengo la certeza de ser
también
un único
un impar
no he sido certificado ni sellado ni señalado
como lo son aquellos que jamás pueden repetirse
yo sufro la maldición de los espejos
aunque ni en ellos alcance a ser idéntico


9.
he tratado de obviar la caricia de la piedra
de olvidar el hambre de la altura
y no he podido
y la rosa erguida y fútil
no sucede las espinas que protegen
hay monstruos en el tallo
hay monstruos casi aproximándose a los pétalos
a los afilados pétalos donde el color se desangra
donde la voz de la aguja es evidente
¿cuanto tiempo ha pasado desde entonces?
mil ciento cincuenta y cuatro empecinados penitentes
golpeando sus frentes contra el piso


10.
trato de respirar
el estómago se trenza contra hélices de asbesto
la espera inesperada
el quiero verte
la ruin longitud de cada día
¿descubrís detrás de las paredes
las emociones perdidas que yo encuentro?
como fotografías de otras pieles
sombras que se apilan entre los ladrillos
goteando desde el cemento
mojando el piso
buscando la planta de los pies para abrigarse
sálvame
respírame
vos podés
aún
verme
vos podés
aún
escribir mi nombre y darme un alma

recuerdo cuando había pájaros
pájaros en mis dedos y en mis hombros
pájaros sin ojos en los picos...

No hay comentarios: