miércoles, 30 de mayo de 2007

Ernio Morricone: "The Ballad Of Sacco And Vanzetti" feat: Dulce Pontes




He incluído esta balada porque, además de ser una canción bellísima y trágica, es parte de una historia que, en cierta forma, explica y justifica mi posición en cuanto a la pena de muerte.

Sacco y Vanzetti, de origen italiano y radicados en los Estados Unidos, fueron ejecutados acusados de un crimen que no habían cometido, en un juicio considerado como linchamiento legal por un sinnúmero de juristas que han revisto el caso con posterioridad. Igualmente, Julius y Ethel Rosemberg (conocidos como los espías del átomo) fueron condenados luego de un proceso plagado de irregularidades y ejecutados luego de haberles sido denegados 25 recursos de apelación y una solicitud de indulto al entonces presidente Eisenhower. Podrían haber salvado sus vidas admitiendo el haber sido culpables, pero no lo hicieron y mantuvieron su inocencia hasta el final.

La pena de muerte no tiene posibilidades de ser corregida en caso de error, una vez aplicada, la persona no puede volver a ser revivida y todos sabemos lo falible que es la justicia humana. ¿Cómo podemos entonces aplicar sentencias irrevocables?.

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