martes, 8 de mayo de 2007

Sinceramente suyo





Estimado señor, la última vez que hablamos me dijo que o le pagaba o me quebraba las piernas, no le pagué y aquí sigo caminando. Luego me dijo que me cortaría la garganta para sacarme por ella la lengua en algo que se llama, si bien recuerdo las pelis de acción despampanante, corbata mexicana. Sigo sin pagarle, y sigo hablando. Luego me amenazó (y dijo claramente - esto sí es una amenaza -, lo que me ha obligado a sumergirme en el diccionario para saber que era lo otro) con pegarme tres tiros del .45 en la parte mas delicada de mi grácil anatomía, pero mi estimado señor, le aseguro que sigo reproduciéndome.

Por esto, le pregunto: ¿Qué ha de hacer un deudor honorable para que la tradición siga su camino? ¿No sé da cuenta usted que al dejarme ileso está royendo los principios que mantienen el orden social y político?

Entonces, y sin dar más vueltas, le digo: O me mata o le pago.

Siento llegar a estos extremos pero, la verdad, es que no me ha dejado más remedio.

Sinceramente suyo.

1 comentario:

Pável Jáuregui dijo...

Excelente hombre, me encanta tu blog. Deberías inscribirlo en un directorio de blogs argentino o español, y mostrarlo más y mejor.